lunes, 12 de noviembre de 2007

Skinner, Refuerzo positivo, negativo y castigo.

Skinner hace distinción entre refuerzo positivo, refuerzo negativo y castigo.
  • Refuerzo positivo. Es todo aquello que sigue una conducta y aumenta la posibilidad de que ésta se repita a lo largo de la vida, es decir, queda aprendida. Utilzamos este refuerzo cuando queremos que una conducta se vuelva a repetir. Ejemplo: Durante el verano un niño, de preescolar, tiene que hacer, cada día, sus actividades de refuerzo. Pero el niño se niega ha hacerlo y para conseguir que los haga le dices que en cuanto los termine le premiaras con salir al parque.
  • Refuerzo negativo. Es aquel que el sujeto rechaza. Este va a permitir que se haga más la conducta que te permite evitar este estímulo desagradable. Lo utilizamos cuando queremos evitar algo que nos produce una sensación desagradable. Ejemplo: María tiene fobia a la oscuridad (estímulo negativo), con lo que el refuerzo negativo será evitar los lugares oscuros.
  • Castigo. Acontecimiento desagradable que hace que una conducta se repita con menor probabilidad. Lo utilizamos cuando queremos eliminar una conducta negativa. Ejemplo: Uno puede ser el de un chaval que llega tarde a su casa y sus padres le castigan sin salir el próximo día, aprendiendo que tiene que llegar a su hora. Y otro puede ser el de un hombre que tiene que coger un vuelo y lo pierde por no haber hecho las cosas con más tiempo, aprendiendo que la próxima vez tendrá que hacer algunos preparativos con más antelación.

Los refuerzos negativos pueden ser utilizados como castigo, pero skinner advierte de inconvenientes que se pueden dar, como el hecho de que el efecto temporal es breve, produce conductas emocionales indeseables y el castigador puede quedar convertido en un refuerzo secundario negativo.

No se debe confundir el refuerzo negativo con el castigo, ya que éste puede ser bien un estimulo negativo o bien la supresion de uno positivo, evitando con ello el reforzamiento de una respuesta.